Olor a tomillo se destila esta fría noche por las calles de Navalagamella. Puede que las más ancianas del lugar aun recuerden su mayordomía de la Inmaculada, pero bien es cierto que muchas generaciones han pasado por la plaza sin echar su ramito de tomillo a la lumbre.
Se cuenta que las hermanas, mozas, jóvenes, solteras, portaban un haz de tomillo que la víspera de la Inmaculada, al caer la tarde, quemaban creando una hoguera, conocida como Iluminaria.
Al día siguiente, se procesionaba por el pueblo una imagen de la Inmaculada Concepción de María. La de nuestro pueblo, sigue fiel a como Pacheco indicó que se la debía de representar, con su manto azul y túnica blanca, símbolo de pureza y eternidad, como una mujer en edad joven, coronada con 12 estrellas, la media luna y una serpiente a los pies como dominio sobre el pecado.
Este año, 2021, nos ha devuelto esta tradición. Desde aquí agradecemos y animamos a todos a participar. En las raíces de un pueblo, encontraremos su identidad.
"¡Ha sido recuperada la tradición!
Aquí podéis encontrar algunas de las fotos realizadas en la Iluminaria de la Virgen.
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